jueves, 3 de enero de 2013

Quintaped

(También conocido como ''Hairy MacBoon'')
Clasificación del MM: XXXXX
El quintaped es una bestia carnívora sumamente peligrosa que muestra predilección por la carne humana. Su cuerpo achatado está cubierto con grueso pelo castaño rojizo, igual que sus cinco patas de pies deformes. El quintaped se encuentra solamente en la isla de Drear, mar adentro desde la costa septentrional de Escocia.
 Esta bestia es la razón de que Drear haya sido encantada para que sea inmarcable.
La leyenda dice que la isla de Drear estaba poblada por dos familias de magos, los McClivert y los MacBoon. Dugald, jefe del clan McClivert, y Quintius, jefe del clan MacBoon, se enfrentaron completamente borrachos en un duelo de magia y, supuestamente, Dugald cayó muerto en el enfrentamiento. Como venganza, dice el relato, un grupo de los McClivert rodeó una noche las viviendas de los MacBoon y los transformaron a todos en unas monstruosas criaturas de cinco patas. Los McClivert se dieron cuenta demasiado tarde de que los MacBoon transformados eran infinitamente más peligrosos en ese estado que en su forma humana (los MacBoon tenían fama de ser muy ineptos para la magia). Por si fuera poco, los MacBoon  se resistieron a todos los empeños por devolverles su forma original. Los monstruos mataron uno por uno a todos los McClivert hasta que no quedaron humanos en la isla. Sólo entonces los monstruos MacBoon comprendieron que, sin alguien que pudiera blandir una varita, estaban condenados a permanecer de aquella forma para siempre.
Si esta historia es verdadera o no, nunca lo sabremos. 
Lo cierto es que no quedan McClivert ni MacBoon para contarnos lo que sucedió a sus antepasados.
Los quintapeds no pueden hablar. Se han resistido tenazmente a todos los intentos que el Departamento de Control y Regulación de las Criaturas Mágicas ha llevado a cabo para capturar un espécimen y destransformarlo. Así que debemos suponer que si hay, como su nombre popular sugiere, Hairy MacBoons,  éstos están contentos de pasar el resto de sus días como criaturas.


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